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Foto del escritorjuaninchausteguic

ESOS PRECIOSOS 90´S

En 1993, frente a una nueva década, México vive su transición democrática, una “sacudida” en la sociedad del viejo régimen represor de 60s-80s. Desde las elecciones presidenciales de 1988 se vivió el ejercicio de la democracia más importante del país desde 1910. Pero en los 90s, en particular 1993 se gesta una especie de rebeldía más reaccionaria, que provoca antipatía a los guardianes de las viejas costumbres, los curas, los empresarios, los conservadores, los políticos de derecha, los guardianes de la familia tradicional.


Así se explica, por ejemplo, el fenómeno Gloria Trevi que aparece en inicios de 90s.


Se empieza a romper el molde, a innovar, proponer y liberar viejos paradigmas, se observa mayor ruptura con los valores hegemónicos del ¨México “mocho”, conservador, doble moral, quizá como la máxima culminación de lo que se quedó inconcluso después del 2 de octubre del 68. Esa ruptura de molde la aprovecha TV Azteca que justo aparece, como la opción alternativa, contestaria y diferente.


En este año el mundo se transforma rápidamente y México cambia de manera drástica. México se internacionaliza, aunque los cambios vienen de fuera. Mejora la imagen del país en el exterior. Hasta antes de 90s, México “padecía” más a Estados Unidos que lo que lo aprovechaba como vecino, entra al TLC y con ello “México se empieza a poner de moda”.

Ya en 1990 Octavio Paz había ganado el Nobel de Literatura, pero en 93 el alcance mediático de México sobresale: es sede de Miss Universo en el Auditorio Nacional, se abre a los conciertos de figuras internacionales en sus distintos recintos capitalinos, es detenido el Chapo Guzmán en Guatemala, gana Copa De Oro de fútbol al vencer a Estados Unidos, se lanza el satélite Solidaridad I, tercera visita del papa Juan Pablo II a Mérida, Yucatán, en Estadio Azteca la pelea entre Julio César Chávez y Greg Haugen, entre otros acontecimientos que ponen al país ante los ojos del mundo.


La música ha cambiado en el mundo y México no se queda atrás, es más rítmica, más agresiva, se usa más tecnología y nuevos instrumentos electrónicos con la presencia ya de las computadoras, y los espectáculos tienen gran producción y performance, y se crean ambientes y atmósferas de experiencias masivas únicas que van más allá de la catarsis e histeria colectiva.


La música se hace más House, Dance Trance, hay mejores plataformas y disqueras para la producción y distribución musical y hay un nuevo boom de grupos musicales Pop, más allá del que hubo en 80s, y es el lanzamiento de MTV latino, Telehit y está en su apogeo la revista Eres.


De manera simbólica podemos decir que la semana a partir del domingo 7, martes 9, miércoles 10 jueves 11, viernes 12 y sábado 12 del 93 (hace casi 3 décadas) fue la semana que México tuvo retumbando en su centro y alternando, a las dos figuras más emblemáticas e icónicas del mundo musical y de la cultura pop del fin del siglo XX: Michael Jackson y Madonna, quienes estuvieron juntos en CDMX, (DF en ese entonces).


El “Rey del Pop”, los días 7, 9 y 11 de noviembre en el estadio Azteca y los días 10, 12 y 13 la diva bautizó al Autódromo Hermanos Rodríguez como un recinto también de conciertos que, en el futuro, recibiría los festivales más importantes del país, como el EDC México y el Corona Capital.


Así que podemos decir que Madonna fue la madrina de México para ponerse de Moda en el mundo, por lo que representó en esos años como estandarte de la liberación, la ruptura y el cambio social. (Lástima que hoy no se pueda decir lo mismo de la reina del Pop).


Tal vez para los millennials y centennials ver a sus ídolos musicales mundiales en México no sea nada extraordinario, pero en los 90s, los conciertos en la Ciudad de México no eran algo habitual, por lo que tener a estos dos machuchones (dijera Amlo) de la industrias culturales y populares representó un parteaguas.


Antes de los 90’s, México era muy poco atractivo para los artistas de talla mundial, tanto así que a los pocos que se animaron a venir no les fue muy bien, entre ellos The Doors en CDMX en 1969; Queen en Monterrey y Puebla (llevándose una terrible experiencia en 1981) y Rod Stewart en Querétaro, en 1989.


México estaba muy poco preparado cultural y gubernamentalmente para los grandes conciertos, a pesar de demostrarle al mundo que el país era capaz de llevar una olimpiada (1968) y dos mundiales de fútbol (1970 y 1986) de manera exitosa, al gobierno de México de aquél entonces no le agradaba la idea de tener a tanta gente joven reunida, por lo que poco o nulo interés había en recibir a artistas que cantaran cualquier cosa que sonara a “rock o satánico”.


Todavía se les asomaba el fantasma del movimiento del 68. Tanto joven reunido sonaba a cabezas pensantes, libres, con ganas de cambiar, innovar de romper lo establecido, lo viejo.


Eso esfumó, en los 70s, la posibilidad de tener, por ejemplo, a los Beatles. Y aunque tuvimos nuestro Avándaro (1971) dos años después de Woodstook (1969) el escándalo y represión estuvo siempre a lado.


Ese fin de semana del 93, (sonó como película al estilo de Verano del 42) Michael Jackson ofreció cinco conciertos en el Estadio Azteca, en los que reunió unas 500 mil personas, mientras que Madonna se presentó tres días en un foro formado por cuatro gradas temporales levantadas en el área de la curva peraltada del Autódromo Hermanos Rodríguez (hoy el Foro Sol).


Los conciertos de la gira “The Girlie Show” de Madonna estaban, como le gusta a ella, rodeados de escándalos y en el escenario solía, en ese entonces, jugar con símbolos religiosos, palabras altisonantes y situaciones sexuales. Esto escandalizó a muchas “buenas conciencias” chilangas, las cuales hicieron hasta lo imposible por convencer a las autoridades de que el concierto de la “Reina del Pop” fuera cancelado.


Grupos religiosos intentaron boicotear los tres shows que la diva daría en la ciudad, con manifestaciones, pancartas y amenazas. Estos la llamaban «promotora de la liberación sexual» y «pervertidora de la población juvenil», pero a pesar de eso nunca lograron nada.


Durante la canción de «Holiday» ella cambió la parte intermedia de la canción cantándola en español, y usando un sombrero de charro y una bandera mexicana. Todavía recuerdo a mi hermana a lado de mí, gritando a coro junto con unas 180 mil personas, “Madonna Fuck me”.


Cabe mencionar que la empresa que organizaba el concierto y el foro en el que se realizaría eran prácticamente nuevos, y por poco se cancelan. Se cuenta que no les dieron los permisos correspondientes. Sin embargo, también se cuenta, los organizadores recurrieron a los más altos niveles y fue el entonces Presidente de la República, Carlos Salinas de Gortari, quien terminó autorizando la presentación.


Eso sí, ningún político se atrevió a tomarse la foto con Madonna, lo cual sí hizo Salinas con Jackson. A pesar del cambio noventero en el país, había que seguir guardando las apariencias como hasta la fecha en este país.


Esos preciosos 90s, ese viernes 12 de noviembre de 1993 en el último vagón del metro Ciudad Deportiva de la línea 9, salimos la gran mayoría de asistentes al concierto cantando en filas muy ordenadas, poniendo nuestras palmas en el hombro del siguiente: Like a virgin/ Touched for the very first time/Like a virgin When your heart beats/Next to mine.


Pero, por si fuera poco, dos semanas después del último concierto de Michael Jackson, Paul McCartney (ex Beatle) dió su primer concierto el 25 de noviembre hasta el 27 del mismo mes, en el Autódromo Hermanos Rodríguez.


Si Pepsi cacareó su traída de Michael Jackson a México como parte de su gira Dangerous World Tour, Coca – Cola no se iba a quedar atrás e hizo lo propio con Paul McCartney y el The New World Tour. Las colas siempre en guerra (sin albur).


Se podría decir que esos conciertos comenzaron a poner a la ciudad de México de moda y en la mira de los más grandes artistas del momento, aunque en 1992 ya había estado U2. Después Pink Floyd en 1994 y se dice que Nirvana tocó en Tijuana en 1990.


En esos 90s el mundo vivió grandes cambios después de la caída del muro de Berlín, el dominio del capitalismo como modelo económico dominante, los primeros gateos del internet… ¡Los preciosos 90’s! (así como hubo unos locos años 20s). Los 90s fueron preciosos, al menos para los que hoy tenemos más de 40 años.


Además, México se encontraba en una etapa de cambios acelerados, con el neoliberalismo introducido por Miguel de la Madrid y consolidado por Salinas, el regreso de la relación entre el Estado Mexicano y El Vaticano, y la firma del Tratado de Libre Comercio de América del Norte eran cambios que hacían sentir a los mexicanos y al mundo que el país se perfilaba a pasos acelerados al primer mundo.


Pasados los 90s, se hizo más frecuente y común para los citadinos la visita de grandes artistas internacionales que antes: Soda Stereo en 2007; Nine Inch Nails en 2008; Radio Head en 2009; Pearl Jam y PortisHead en 2011; Paul McCartney, Metallica, Roger Walters en 2012; Muse, Foo Fighters, The Cure, Black Sabbath en 2013; Tool en 2014.


Así en 2018, la Ciudad de México fue elegida como la mejor ciudad de América Latina para divertirse y disfrutar de la vida, de acuerdo con el índice global de la revista británica de cultura y entretenimiento Time Out. La capital mexicana es la única ciudad latinoamericana que aparece en el listado, en el puesto 15. Ese 2018 estuvieron Depeche Mode, Gorilaz, Roger Waters y Nine Inch Nails. En 2019 tuvimos a Iron Maiden, Santana, The Cure, Bjork, Serrat y Sabines, Billie Eilish.


“La gente de la Ciudad de México es la que absorbe más cultura que en cualquier otro lugar. Visitan el teatro, el cine, la galería de arte o el museo o ven música en vivo 76 veces al año”, destacaba el índice.


El Vive Latino del 2020 fue el último festival masivo que hubo en la Ciudad de México antes del cierre por la pandemia. Está de más decir que después de la pandemia de covid 19 todo cambió. Y nos quedamos con los boletos en la mano y las ganas de estar en masivos con los demás.


Aunque hubo esfuerzos online del showbiz, no fue lo mismo. En pleno 2022 parece que no terminan de volver esos preciosos 90s, al menos en el mundo del espectáculo y la música.


Aunque ya 2022 se podría salvar con la presentación de Dua Lipa y los conciertos que vienen del Corona Capital el 18, Harry Styles el 24, y el mundialmente esperado Conejo Malo (Bad Bunny) en diciembre.


No me entusiasma mucho saber que lo más esperado sea Bad Bunny vs Jackson y Madonna en los 90s, ¿Tanto cambió el gusto musical a las nuevas generaciones, que un rapero misógino y machista de “Puelto lico” con letras más que elementales de monosílabos y el mismo sonsonete en todas sus canciones, arrastre tanto a las masas y que los boletos para ir a verlo se agoten en minutos?


Pero igual como chavo-ruco ya no encajo en la nueva escena musical, pero todavía espero pronto y cada vez más seguido, volver a tener una semana como del 7 al 12 de noviembre de 1993 en cuanto al espectáculo se refiere.


ESTE LINK MUESTRA AUDIO DE MADONNA EN 1993

ESTE LINK MUESTRA EL PROMOCIONAL PARA CONCIERTO DE MADONNA EN 1993


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1 Comment


Edgar Luna
Edgar Luna
Nov 12, 2022

Excelente aporte Juan 👍👍👍!!!

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