Un 5 de septiembre de 1985, el líder de Queen celebró en Munich sus 39 años a lo grande. El vocalista de esta banda, también fue famoso por sus fiestas legendarias llenas de lujos y por ser un gran anfitrión. Esa noche fue rebosante de excesos de champaña, de amigos, de hombres leathers y de toda la fauna gay y no gay de la época (a ver a quienes reconocen) además otros alteradores de conciencia. El único requisito era ir travestidos o bien de blanco y negro; una noche tan inolvidable como su participación en Live Aid en Wembley en ese mismo año.
Ésta fiesta se volvió el video oficial de Living On My Own, hubiera dado un brazo por haber ido. Un gran festejo hoy hasta donde esté, este digno hijo de Hermes (el dios griego no la marca de mascadas): niño precoz de la música, hijo predilecto del Rock, comunicador excelente y más con su público, recordemos su ¡eooooo, eeeeooooo¡ glorioso de Wembley 85, ante más de 70 mil almas, y que resulta un gimmick bien logrado en Bohemian Rhapsody (la película) en la escena en que Freddy sale del hospital y un chico con notorio sarcoma lo saluda de este modo.
Gran mensajero por sus letras, gran viajero desde su natal Tanzania, después la India y todo el mundo que recorrió a lado de Queen. Original y creativo por sus vestuarios, sus diseños, incluido el logo de Queen. Gran líder del grupo, impulsivo, eterno adolescente, amigable, sociable, gran embaucador en el buen sentido, que movía a las masas a su antojo. Sigue nuestros contenidos de Mythostoryteller sobre Marketing, comunicación, arquetipos, marcas, narrativas.
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