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Foto del escritorjuaninchausteguic

GOOD SAVE THE QUEEN: LA REINA QUE REINVENTÓ LA MONARQUÍA

Antes de la Sociedad Líquida y el hiper-postmodernismo, incluso antes de los 80s, cuando pensábamos en la realeza y más en la monarquía británica, imaginábamos un castillo de cuento con una corte llena de rancia tradición y protocolos inexpugnables, sobre todo con el eterno aval real cristiano, de donde eres excomulgado si no cumples lo indicado.


Y esto es relativamente cierto, pero habría que hacer notar que la recién fallecida reina Isabel II era en realidad mucho más progresista de lo que uno pensaría y de lo que dicta el protocolo de los lores (no loros) Espirituales y Temporales destacados, es decir, los obispos de la Iglesia de Inglaterra que se sientan en la Cámara, junto con los pares laicos del reino y los altos comisionados de las naciones de la Commonwealth.


Después de todo, La Reina Isabel encabezó una era de reinado que inició con un imperio en crisis, tras la Segunda Guerra Mundial, a pesar de que los aliados habían ganado, pero a lo largo de sus 70 años, terminó por reposicionar y asistir al final del sueño de la Inglaterra imperial, al convertirse en una reina mediática y de leyenda a fines del XX y las dos décadas que van del XXI, en la que los monarcas se han quedado más bien con un rol simbólico y moderador.


El triunfo del Reino Unido en la Segunda Guerra Mundial tuvo más bien el efecto de la metáfora del canto del cisne (antes de morir el cisne canta una bella canción) de modo que fue las bulla y el show que un verdadero éxito.


El imperio británico se desmembraba y su lugar de primera potencia mundial, lo ocupaba el país que había sido su colonia: Estados Unidos. Ante el ánimo caído se necesitaba una inyección de optimismo que les recordara las glorias pasadas.


Toda Europa quedó devastada y aún con el Plan Marshall se llevó buena parte de los años 50s para su recuperación, además que dicho plan buscaba más frenar el avance de la URSS en territorio occidental que el retorno de Europa a la bonanza económica, dando inicio así a la famosa y ya terminada Guerra Fría.


Simbólicamente ese canto del cisne inglés (nunca más ad hoc la alegoría) dio pie al estilo y modo de reinar de Isabel II, al suceder a su padre en 1952 y ser coronada en 1953, utilizando medios culturales e ideológicos, las industrias culturales, con el complemento de medios diplomáticos, pero, sobre todo, de los medios de comunicación, incluidos los escándalos.


Y así su reinado, fue el del auge de la City de Londres y el de las proezas de los Beatles, de Queen y Elton John, y de Harry Potter, incluidas las Olimpiadas de Londres 2012 y muchos otros media events. Pero hizo que el Reino Unido pareciera mucho más importante de lo que en realidad era todos estos años.


Y esto no le vino de a gratis, pues el reinado de Isabel II ocurrió en medio de grandes avances y acontecimientos tecnológicos, que la reina supo implementar y adaptar en sus 7 décadas de poder: desde enviar mensajes por radio, hacer viajes diplomáticos a territorios y colonias del reino, transmitir la primera coronación televisada, hasta tener Instagram e incluso valerse de las video-llamadas durante la pandemia de Covid-19.


Su vida cambió drásticamente en 1936 cuando su tío, el rey Eduardo VIII, abdicó para casarse con la divorciada Wallis Simpson, la que decía que “en la vida nunca se es lo suficientemente rica ni lo suficientemente delgada”, y asciende su padre al trono como Jorge VI.


Este evento fue de los primeros escándalos mediáticos de la familia Real, pero también de los que fueron “flexibilizando” y calentando motores para tragar y manejar bien los que vendrían luego.


Para el 13 de octubre de 1940, la reina Isabel II (entonces la princesa Isabel, con 14 años) y su hermana Margarita hablaron con los niños de la Commonwealth (también conocida como mancomunidad) durante una transmisión de BBC Children’s Hour. Su mensaje se dirigió a los millones de niños que fueron evacuados debido al estallido de la Segunda Guerra Mundial:


“Sabemos, cada uno de nosotros, que al final todo saldrá bien; porque Dios cuidará de nosotros y nos dará la victoria y la paz. Y cuando llegue la paz, recuerda que será para nosotros, los niños de hoy, hacer del mundo de mañana un lugar mejor y más feliz”, decía la joven princesa.


La transmisión llegó a oyentes de todo el Reino Unido, Australia y Canadá, donde muchos niños habían sido enviados por su seguridad. Incluso se creía que el programa había ayudado a alentar a otras naciones a unirse al esfuerzo de guerra.


Después de la guerra, los territorios y colonias del Imperio que habían contribuido con millones de soldados para el frente, además de bienes esenciales para el consumo de todos, en especial, las colonias de África y Asia, consideraban que se habían ganado su independencia.


La Commonwealth parecía ser la respuesta a aquellas crecientes inquietudes nacionalistas. Pero, la noción de imperio estaba muy internalizada en la psique nacional y, obviamente, entre la familia real. Prueba de ello fue el speech que la futura Isabel II pronunció en 1947 desde Sudáfrica, con motivo de su cumpleaños número 21.


La todavía princesa habló de un imperio “que ha salvado el mundo y ahora tiene que salvarse a sí mismo”, e hizo la solemne promesa a sus futuros súbditos, muy en el tono de lo que sería su estilo y manera de comunicar:


“Que toda mi vida, ya sea corta o larga, estará dedicada a vuestro servicio y al servicio de nuestra gran familia imperial, a la que todos pertenecemos”.


La muerte del rey Jorge VI en 1952 representó sin duda más crisis para el Reino Unido, pero la coronación de su hija resultó una oportunidad. La ceremonia podría presentarse con el mito del ave fénix y resurgir de las cenizas.


Dicen por ahí que “Cuando en el Reino Unido la situación anda mal, la gente culpa a los políticos, pero si va bien gritan “Dios salve a la reina”. Con su coronación, la reina los salvaría. Después de todo, los reyes son elegidos por el mismísimo Dios.


Y así de la radio siguió la televisión, la Reina Isabel II tuvo la primera coronación televisada en la historia de la familia real. La coronación fue en 1953 en la Abadía de Westminster y, según el sitio oficial de la familia real, fue vista por 27 millones de personas en el Reino Unido, de los 36 millones de habitantes de ese entonces, además se duplicó la venta de televisores en el Reino Unido, y 11 millones la escucharon por radio. No todos tenían tele al inicio de los 50s.


La ceremonia se llevó a cabo 16 meses después de la muerte del rey porque se debía guardar el luto correspondiente. Isabel tenía tan solo 27 años, aunque ya había mostrado su valentía durante la guerra, trabajando como mecánica del ejército y negándose a abandonar el país, y aun así, muchos dudaban si podría cumplir con sus funciones monárquicas. No hay que olvidar que Isabel nunca fue educada para reinar y de los Windsor era la menos pensada a subir al trono.


En “Coronation” (2018) documental de la BBC, la propia reina Isabel habla, por primera vez sobre su coronación, y testigos de excepción de este momento revelan todos los secretos de la ancestral ceremonia, así como las anécdotas más curiosas de aquel día. Este documental fue nominado al Óscar y ganó un Globo de Oro ese año.


Después de su Coronación, vendrían los escándalos de su hermana Margarita, miembro controvertido de la familia real británica. Margaret, que tras la guerra se enamoró de un coronel de aviación, Pete Townsend, que hasta pidió el divorcio a su esposa para poder casarse con ella cuando Margarita tenía 22 años, cosa que la iglesia católica negó obviamente, porque no era “conveniente” un divorciado para una princesa.


Como nueva reina y líder de la Commonwealth, Isabel II decidió dedicarse en cuerpo y alma a esta organización. Desde esta plataforma, trató de ejercer una nueva forma de soft power, donde la Corona, a pesar de su rol meramente simbólico, jugaba un papel clave. Y en 1953, Isabel II fue la primera reina de Australia y Nueva Zelanda en visitar ambos países.


En 1956 vendrían nuevas crisis imperiales, cuando el primer ministro Anthony Eden y su homólogo francés decidieron invadir Egipto, otro antiguo protectorado británico para recuperar el canal de Suez.


La crisis sería una vergüenza nacional pues se decía en las altas esferas políticas del mundo que Gran Bretaña había perdido su imperio, pero aún no había encontrado su lugar. En 1957, Costa de Oro, en el oeste de África, declaró su independencia. Y aparece en el mapa Ghana.


Isabel II decidió visitar la nueva nación, pese a los recelos de sus consejeros. Pero Ghana pertenecía a la Commonwealth, y la reina consideraba que su visita era necesaria para apaciguar al presidente, Kwame Nkrumah, seducido por la otra nueva potencia, la Unión Soviética.


La buena disposición de la reina no impidió que las colonias africanas iniciaran una vertiginosa carrera hacia su independencia. En 1961 fue Sierra Leona, en 1963, Kenia, le siguieron Malawi y Zambia en 1964, Gambia en 1965 y Lesoto y Botswana en 1966.


Algo así pasaba en Jamaica y la Guyana que dejaron de ser británicas en 1962 y 1966, respectivamente, mientras que las islas Maldivas y Mauricio lo hicieron en 1965 y 1968. Malta, donde Isabel II pasó “los mejores años” de su vida como joven madre y esposa, se independizó en 1964.


De modo que en los primeros 12 años del reinado de Isabel II, el Imperio prácticamente desapareció, hasta el punto de que en 1965 el término ‘Imperio británico’ dejó de usarse de manera habitual.


La reina trató de lidiar con la situación siendo muy estoica y profesional. La diplomacia, las industrias culturales y los escándalos a la orden del día, pero La Corona nunca faltó a las ceremonias y eventos importantes, además de inventarlos y construirlos.


Inglaterra importaba al mundo a los Beatles, como la ruptura de las nuevas generaciones y el cambio social y las grandes bandas del Rock británico instaurando un nuevo pensamiento de libertad y autenticidad, que tanta influencia tuvieron y tienen aún hoy.


En los 70s y 80s nos darían a Queen y a Elton John, y el I Love London. La familia Real y el Palacio de Buckingham eran visita obligada del turista a Londres, como la Torre Eiffel en París y la Estatua de la Libertad en NY. Darse un baño de monarquía se convirtió en una cuota necesaria a cubrir por los ciudadanos del mundo.


Y qué decir de sus famosos perros corgis (fieles compañeros por más de 30 años de su vida) que hoy están de moda, o de sus icónicos sombreros o su collar de perlas o su escena con el agente 007.


Hubo un evento específico mediático, en 1960, de doble filo, Margarita se casó con el fotógrafo Antony Armstrong-Jones, la ya reina Isabel II lo nombró conde de Snowdon. Y así la realeza se codeó con Hollywood y las industrias culturales y se juntó lo culto lo masivo y popular dijera Canclini.


La pareja tuvo un hijo, David, y una hija, Sarah, antes de divorciarse en 1978. Su divorcio recibió mucha publicidad negativa y se le asociaba sentimentalmente con varios hombres y se decía que llevaba una vida bastante disipada para ser princesa.


Los revoltosos 60s con su Love & Peace permearon a la realeza británica, y se notó mucho en la moda. La reina Isabel II y la princesa Margarita, ésta última fiel seguidora de las tendencias, ejercieron como iconos de la época adaptando los nuevos preceptos a su guardarropa.


Las mujeres del Buckingham, desde la Reina Madre hasta la joven princesa Ana, tenían un estilo muy definido y bastante conservador, sin embargo, experimentó algunos cambios y no solo en el modo de vestir, comenzaron a ser más relax y pese al protocolo a seguir se puede decir que, se fue reblandeciendo la rancia tradición británica o se fueron haciendo de la vista gorda a su conveniencia.


Faltaría unas décadas para el turno de Lady D, Camila y el Príncipe Carlos, el príncipe Andrés con Sarah Ferguson, las acusaciones a Andrés por abuso de una menor y su amistad con Jeffrey Epstein y luego de su nieto Harry y su esposa Meghan, por citar algunos y que han dado contenido a las revistas del corazón de todo el mundo, además de ser tema de series y películas.


Se nos hizo tan cotidiano y tan común saber de sus escándalos que los normalizamos e internalizamos en nuestras vidas comunes y corrientes, ese extraño célebre y lejano que está todos los días en nuestra mesa y nuestra cama a través de la televisión y después por medio de internet y las redes sociales.


En cuanto al uso de los medios de comunicación de Isabel II, como estrategia y modo de reinar, ha sido precursora de muchos usos y prácticas y de mucho adelanto a las distintas décadas. Por ejemplo, envió su primer correo electrónico en 1976.


Fue una de las primeras personas en usar el correo electrónico. De acuerdo con Wired, cuando ARPANET —que luego se convirtió en internet— llegó a un centro de investigación de telecomunicaciones llamado Royal Signals and Radar Establishment en Inglaterra.


Peter Kirstein, quien la ayudó a enviar el mensaje, le dijo al sitio que el nombre de usuario que le configuró era HME2, siglas de «Su Majestad, Isabel II» en inglés.


Más de dos décadas después, la Reina visitó la sede de Google en 2008, incluso compartió un video de la visita en su página oficial de YouTube. Mientras estaban allí, a la reina Isabel y al príncipe Felipe se les mostró un video viral de un bebé riéndose (según The Telegraph), y no pudieron evitar reírse de él.


Grabó su mensaje navideño anual en 3D en 2012. Todos los años, la reina Isabel II grababa un mensaje de Navidad para compartir con el Reino Unido sobre el año que pasaba. En 2012 decidió cambiar un poco las cosas. Este año, la reina grabó el mensaje en 3D y, según le dijo un portavoz del Palacio de Buckingham a la BBC, pensó que era “absolutamente encantador”.


Envió su primer tuit en 2014 e hizo su primera publicación en Instagram en 2019. El 7 de marzo, la reina publicó en la cuenta oficial de Instagram de la familia real por primera vez durante una visita al Museo de Ciencias de Londres, compartiendo una foto de una carta que cuelga en el museo que fue escrita para su tatarabuelo, el Príncipe Alberto, de Charles Babbage, el primer pionero informático del mundo.


“Hoy tuve el placer de aprender sobre las iniciativas de codificación de computadoras para niños y me parece apropiado publicar esta publicación de Instagram, en el Museo de Ciencias, que durante mucho tiempo ha defendido la tecnología, la innovación e inspirado a la próxima generación de inventores”.


Hizo videoconferencias durante la pandemia de Covid-19. En junio de 2020 ya a sus 94 años, la reina Isabel recurrió a Zoom e hizo su primera videollamada pública. La Reina se unió a su hija, la Princesa Ana, durante una videollamada para la Semana de los Cuidadores, para expresar su gratitud a los profesionales de la salud y escuchar sus experiencias durante la pandemia.


Como tema de películas y series ha sido una biografía muy prolífica y explotada, basta citar las más importantes: The Crown (2016); The Windsor (2016); Noche Real (2015); El discurso del rey (2010); La reina (2006) entre otras decenas quizá centenas.


La reina ha sido interpretada por un selecto grupo de actrices en diferentes series y películas, pero ella fue la protagonista de “A Queen Is Crowned” en 1953, que narra su coronación.


Las imágenes de su coronación se convirtieron en una película documental, “A “Queen Is Crowned”, escrita por Christopher Fry y narrada por el gran director y actor británico, Laurence Olivier, fue nominada al Óscar a la Mejor Película Documental y ganó el ahora desaparecido Globo de Oro al Mejor Documental.


Hoy de nuevo la reina Isabel II hace gala de su uso del media event con su funeral de Estado, según lo dicta el London Bridge (otro showsazo) que incluye la planificación del anuncio de su deceso, el período de luto oficial y los detalles de su funeral de estado.


Algunas decisiones de este plan fueron tomadas por la propia reina (que macabro) otras las tomó su sucesor, su hijo mayor, quien reina como Carlos III del Reino Unido. Este plan fue diseñado desde los 60s y era actualizado cada año hasta el 2022.


Por la mañana, el féretro será desplazado en procesión los pocos metros entre Westminster Hall y la abadía de Westminster para la celebración del funeral de Estado a las 11.00 hora local.


Al término de las exequias, Isabel II será trasladada al Arco de Wellington y de allí a la capilla de San Jorge en el castillo de Windsor, en las afueras de Londres, a través del camino conocido como el Long Walk. En ese lugar tendrá lugar un último servicio religioso antes de que lsabel II reciba sepultura.


Good Save the Queen, la última monarca de leyenda de nuestros días, gran estratega del marketing y merchandizing y de los escándalos y la normalización de la familia real.


En este link vemos un fragmento de La coronación televisada de Isabell II









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2 Comments


logancesartorres
logancesartorres
Sep 19, 2022

Excelente artículo, es de señalar el uso correcto de la escritura, tiempo y forma. Excelente

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juaninchausteguic
juaninchausteguic
Sep 19, 2022
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Mil gracias por leerme

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