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Foto del escritorjuaninchausteguic

IGUALDAD YA: SIDA

1 de diciembre: día Mundial de lucha contra el SIDA.


Cada 1 de diciembre se celebra el Día Mundial de la Lucha contra el Sida. Este día es una oportunidad para apoyar a la lucha contra el VIH y para mejorar la comprensión del VIH como un problema de salud pública mundial.


Hoy a sus 41 años de haber sido detectado por primera vez en los convulsos y agitados umbrales de los 80s.


Establecido en 1988, el Día Mundial del Sida, fue el primer día dedicado a la salud en todo el mundo. Desde entonces las agencias de las Naciones Unidas, los Gobiernos y la sociedad civil se reúnen cada año para luchar en determinadas áreas relacionadas con el VIH.


Cada año, el Día Mundial del Sida gira en torno a un tema diferente. El eslogan 2022 es “Igualdad Ya”, una llamada a la acción. Pretende impulsarnos a trabajar en todas aquellas acciones prácticas que se ha demostrado que son necesarias para abordar las desigualdades y ayudar a poner fin al sida.


Este año las acciones nos comprometen a:


1. Aumentar la disponibilidad, la calidad y la idoneidad de los servicios para el tratamiento, las pruebas y la prevención del VIH, para que todas las personas reciban la atención que precisan.


2. Reformar las leyes, políticas y prácticas para abordar el estigma y la exclusión a los que se enfrentan las personas que viven con el VIH, los grupos de población clave y las poblaciones marginadas, de modo que todo el mundo sea respetado y bienvenido.


3. Garantizar el intercambio de tecnología para permitir un acceso igualitario a la mejor ciencia para el VIH, tanto entre las comunidades como entre todo el mundo.


4. Las comunidades podrán utilizar y adaptar el mensaje «Igualdad Ya» para resaltar las desigualdades particulares a las que se enfrentan y promover las acciones necesarias para abordarlas.


Estas acciones han tenido atención y cierto progreso en México, quizá la 3 no tanto, pero sigue faltando mucho por hacer, sobre todo cuando ya vimos y vivimos con la pandemia de covid 19, que después de 3 años, la equidad e igualdad de acceso a vacunas no termina de ser una realidad. Todos sabemos de sobra que el acceso a vacunas y medicamentos no ha sido equitativo precisamente.


La campaña de hoy sobre Sida, también hace un llamamiento a tomar medidas urgentes para el mantenimiento de servicios esenciales de prevención y atención al VIH que la pandemia por el COVID-19 y su respuesta haya podido causar en los países. Sobre todo, en la investigación sobre Sida que después de 40 años, y a pocos pasos de una vacuna, pudo perder prioridad o inversión frente al virus del Sars-coV-2.


A casi tres años de pandemia de Covid, hay nuevas lecciones aprendidas para el Sida, como la implementación de dispensación de medicamentos para varios meses o la auto-prueba para VIH y la utilización de la telemedicina que han demostrado ser estrategias efectivas para incorporar de manera rutinaria.


Cada 1ero de diciembre en todo el mundo se llevan a cabo actividades de concientización. También mucha gente decide llevar un lazo rojo, que es el símbolo universal que muestra el apoyo y la solidaridad para con las personas que viven con el VIH.


En esta ocasión se hicieron una serie de etiquetas con el slogan “Igualdad Ya” en el día Mundial de lucha contra el SIDA. (Que aparecen añadidas en fotos al final del texto). Que en mi cabeza insane sonó a "Igual da ya".


Mucha gente que vive con el VIH escoge este día para alzar la voz y hacerse oír sobre temas importantes en sus vidas. Muchos grupos de personas que viven con el VIH y otras muchas organizaciones de la sociedad civil implicadas en la respuesta al sida se movilizan en apoyo de las comunidades a las que representan y para recaudar fondos. Me viene a la mente cierta vez que en la calle una "vestida" o "trans" me abordó con un bote del tipo de los de Teletón, para que donara la causa contra el SIDA. Debo confesar que dudé que esos fondos llegaran a su destino final y ayudaran a pagar la renta o los cigarros de la botera.


En relación de VIH con Coronavirus, la pandemia mundial de COVID-19 causó estragos críticos en los países de ingresos medios y bajos como México en lo que respecta al suministro de medicamentos antirretrovirales genéricos utilizados para el tratamiento del VIH.


La pandemia afectó tanto la producción de medicamentos como a su distribución, lo que generó aumentos en sus costes y problemas de suministro.


Los modelos terapeutas recientes estiman que una interrupción completa de seis meses en el tratamiento del VIH podría provocar más de 500.000 (471.000–673.000) muertes adicionales por enfermedades relacionadas con el SIDA.


De igual modo, se estima que una interrupción de seis meses en los servicios de prevención de la transmisión materno-infantil del VIH conllevaría un aumento en las nuevas infecciones por el VIH en niños.


Haciendo un poco de números, en México, según CENSIDA, la proporción de casos con VIH de hombres y mujeres es 80% a 20% aproximadamente. La principal vía de transmisión es la sexual con 97.7%, le sigue la vía vertical o de madre a hijo con el 1.2% y finalmente sanguínea por uso drogas inyectables con un 1.1%.


Censida, UNAM y AHF México coinciden en señalar que alrededor del 90% de las mujeres que adquieren la infección es a través de una pareja estable, es decir, 9 de cada 10 confiaron su cuerpo al otro. Seguro aquí está oculta la bisexualidad que los casados dicen vivir por no asumir nunca su homosexualidad trunca.


Si bien para la ONUSIDA las mujeres no son parte de la población clave, cuando se analiza este grupo -mujeres viviendo con VIH- resaltan elementos como la violencia de género y escasa información sobre salud sexual y reproductiva. También ha dejado de ser tema exclusivo de la comunidad LGTB y en particular en México, ha crecido el contagio entre los heterosexuales.


A sus 41 años de haber sido reconocido como enfermedad por primera vez, el 5 de junio del año 1981, por los Centros para el Control y Prevención de Enfermedades de los Estados Unidos. El SIDA sigue siendo una gran pandemia que ha matado a cerca de 40 millones de personas en el mundo.


No hay una vacuna para hacerle frente, se habló que para 2022 salía una, cosa que no ha ocurrido, los tratamientos han mejorado mucho, pero el sida sigue matando.


El laboratorio británico GlaxoSmithKline (GSK) espera tener una cura para el VIH en 2030. Su objetivo final es siempre la cura del VIH. Uno de sus tratamientos ha logrado que ahora se inyecte cada 2 meses, en lugar de requerir una píldora diaria. Glaxo está trabajando para hacer que estos intervalos sean aún más largos.


Una vacuna que cure el sida no es lo mismo que una vacuna preventiva contra el VIH, que se administra a las personas seronegativas, con el fin de prevenir dicha infección en el futuro. La vacuna enseña al sistema inmunitario de la persona a reconocer y luchar eficazmente contra el VIH en caso que dicha persona se exponga al VIH.


Hasta el momento la Administración de Alimentos y Medicamentos de los Estados Unidos (U.S. Food and Drug Administration [FDA]) no ha aprobado ninguna vacuna preventiva contra el VIH, pero hay investigaciones en curso.


La vacuna preventiva contra el VIH se administra a las personas que no tienen la infección por el VIH, mientras que la vacuna terapéutica contra el VIH se administra a las personas que ya tienen la infección por el VIH. El objetivo de una vacuna terapéutica contra el VIH es reforzar la respuesta inmunitaria de una persona al VIH que ya está en su cuerpo.


Con todos los avances y mejoras en la lucha contra el SIDA, este ha sido frenado en los países occidentales y ricos, pero sigue haciendo estragos sobre todo en África, en América Latina y en Asia.


Y peor aún, sigue siendo objeto de crítica, discriminaciones y violencias perpetuadas por el sistema contra las personas que viven con VIH/SIDA. En particular la violencia de género sobre mujeres que viven con VIH en América Latina.


En el tema discriminación, cabe mencionar que en el reciente brote de la viruela símica o viruela del mono, desde que la OMS “recomendó” a hombres que tienen relaciones sexuales con otros hombres limitar sus parejas sexuales ante esta emergencia, pues al parecer el contagio ha sido mayoría en hombres, se creó un discurso estigmatizante sobre la comunidad LGTB.


Esto no hace más que decirnos que nos hace falta todavía cubrir la necesidad de la formación y educación desde la comunidad respecto a derechos de todo tipo, desde los básicos del ser humano hasta los de sus identidades y preferencias sexuales y reproductivas, apuntando principalmente al VIH y sus características, para poder enfrentar colectivamente este tema, sin sesgos ni prejuicios.


Ante toda esta revisión y remembranza de hoy, de la lucha contra el sida y contra las pandemias, viene al caso preguntarnos ¿Fue Covid 19, la plaga de este siglo, del modo en que el sida lo fue en los 80s del XX? O como decían los apóstoles, ¿Debemos esperar a otro?


Llevamos más de 40 años con el sida y aún no se cuenta con una vacuna; hoy contamos ya con vacunas para el Covid, que al parecer han funcionado, aunque sigue la amenaza de las mutaciones del virus y la efectividad de las vacunas ya existentes y sobre todo, la inequidad del acceso al tratamiento y prevención en todos los países del mundo.


Es un hecho que ya aprendimos a vivir con Covid estos años, del modo en que lo hicimos con el sida. Lo que nos lleva a la conciencia del cuerpo y de su vulnerabilidad, nos recuerda que somos frágiles.


Los futuristas apuntaban al mítico 2020, como el inicio del triunfo del hombre sobre muchos temas, entre ellos la salud, la perfección, el futuro y hasta la eternidad. El covid vino a decirnos que siempre no. Aunque en defensa de la ciencia y la tecnología, podemos decir qué si respondieron con prontitud y humanidad ante la emergencia médica, lo que no podemos decir de la política.


Antes del sida gozamos de una plena y hasta desenfrenada sexualidad, después de él nos regresó la culpa al cuerpo; igual antes de Covid 19 nos sentíamos indestructibles, en el total enhancement humano, varios nanochips regenerarían nuestras células enfermas de cáncer y aspirábamos a la eternidad, el mito de Narciso y Prometeo robando el fuego, a todo su esplendor.


Debemos agradecer al covid 19 qué, aunque para muchos parece que ya pasó o ya se olvidaron de su grave amenaza comprometiendo nuestra salud y matando gente, nos mostró que somos una insignificancia en el orden cósmico universal y refrescarnos un poco la humildad que debemos tener como especie, porque no recuerdo que además de la humana, se hayan muerto otras especies por el covid.


A contrario por nuestra ausencia en los lugares públicos y nuestra invasión de territorios, las otras especies recobraron los suyos y el planeta tuvo un leve respiro del antropoceno.


En este link vemos tráiler de la icónica película “Dallas buyers club” (2014) que refleja muy bien los primeros años de vivir con el Sida y el tema del acceso sin equidad de medicamentos.


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