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LA TIPLE DE HIERRO: ESPERANZA IRIS

Hace 123 años, un 2 de septiembre de 1899 debuta con éxito Esperanza Iris, con la obra "Los cocineros" a los 15 años de edad, en el Teatro Principal de la Ciudad de México, el más antiguo del país, ubicado en Bolívar #30 en el centro Histórico.


María de los Ángeles Estrella del Carmen Bonfil y Ferrer nació el 30 de marzo de 1884 en Villahermosa, Tabasco. Fue una vedette, actriz y empresaria de teatro, la primera mujer en México en ser dueña de su propio teatro y propia compañía teatral, el Gran Teatro de la Ciudad o Teatro Esperanza Iris en la calle de Donceles.


A los nueve años, debutó en la Compañía Infantil de Austri y Palacios, en la obra “Las Campanas del Carrión”, opereta francesa de las más populares en su época, en la que actúo y cantó durante cinco años.


Eligió llamarse Esperanza Iris, y en 1896, a los doce años, probó suerte como actriz de opereta en el teatro Abreu, fundado en 1875 Romeo Dionesi y construido en los antiguos terrenos del convento de San Felipe Neri, hoy la calle de República del Salvador.


Para 1902, ya mayor de edad y consagrada como soprano juvenil en el Teatro Principal -el más longevo de México, inaugurado en diciembre de 1753 con la presencia del virrey de la Nueva España, y desaparecido en un incendio en 1931 con Joaquín Pardavé en el proscenio en plena actuación- Esperanza Iris es la más aplaudida con la obra “Cuarta Plana”, del compositor italiano Carlo Curtis, famoso por crear la primera Orquesta Típica Mexicana y vestirlos con traje de charro.


Fue esta exitosa zarzuela en un acto, la obra que la internacionalizó y la llevó a recorrer América y Europa. Llegó a Cuba en 1910 con la obra “La Viuda Alegre” y siguió cosechando éxitos en el ámbito internacional con obras como “La pesadilla de Cantolla”, “Chin-Chun-Chan”, “El Conde de Luxemburgo”, “El soldado de Chocolate”, “La casta Susana y Eva”.


En esas giras internacionales, recibió varios motes como, "Emperatriz de la Gracia", o "Reina de la opereta" en Brasil; “La hija predilecta de México”, y hasta condecorada por el rey Alfonso XIII en España.


“La Viuda Alegre” fue sin duda, una de sus obras más icónicas y de una las obras más importantes de la opereta creada por el compositor astro-húngaro Franz Lehár y estrenada en Viena en 1905.


Esta opereta en tres actos “Die lustige Witwe”, en el alemán original, narra las vivencias de una viuda no sólo joven y hermosa, sino también heredera de una inmensa fortuna. A sus paisanos les interesa mantenerla en territorio del imaginario principado, con el propósito de que su dinero no se fuera con ella al extranjero, lo cual significaría la ruina financiera para aquel territorio. ¿Cómo retenerla allí? Encontrándole un buen marido.


Hoy nos resulta irónico que ese personaje femenino de tonos misóginos fuera interpretado por la que fuera una mujer fuera de su época. Pues Esperanza Iris en 1918 cumplió su sueño de convertirse en la primera mujer en México en tener su propia compañía teatral y en abrir su propio teatro; a cuya inauguración asistiera el Presidente Carranza.


A partir de entonces, empezó a ser conocida como "La tiple de hierro", por ser capaz de montar cualquier obra en tan sólo 21 días y convertirse en una poderosa empresaria teatral, compitiendo en un mundo dominado por “hombres de negocio”.


En los años treinta como parte del arte lírico en México se relaciona con músicos como Manuel M. Ponce y Ernesto Lecuona quien la acompaña en varios conciertos a través de la República.


En 1938, la entonces viuda de 54 años, se casó con Paco Sierra, cantante de ópera 20 años menor que ella, no importándole ser de las primeras mujeres cougar del país. Este joven esposo, en su afán de volverse millonario y cobrar unos seguros de vida se mete en malos pasos y pone una bomba en un avión de Mexicana de Aviación en 1952 y va a dar a Lecumberri. Se dice que Esperanza Iris en sus intentos por defender a su esposo sufrió dos paros cardiacos.


La diva, que siempre creyó en la inocencia de su esposo, organizó un coro en el Palacio Negro, en el que Sierra era profesor de música. Su última presentación teatral fue precisamente en su obra más significativa, “La viuda alegre”. Esperanza Iris falleció el 8 de noviembre de 1962 en la Ciudad de México. Sus restos reposan en el Panteón Jardín.


Según recuerdos del dramaturgo Emilio Carballido: “Algunos privilegiados vimos a la Iris bailar el vals de “La viuda Alegre” en brazos de Paco Sierra y el público lanzaba murmullos de sospecha, asombro y arrobamiento: ‘Pero de veras están enamorados’. También vimos a la anciana enlutada salir a su palco, noche a noche, para gritar: ‘Paco es inocente’.”


Más adelante Araceli Rico, historiadora de arte y escritora mexicana diría sobre la muerte de Esperanza Iris: “Vuelta la alhaja a su estuche, no tenías más que cerrar los ojos y, en un suspiro, dejarte ir a los pliegues más íntimos de tu corazón, porque al día siguiente ya comenzaba a despuntar y con él nuevamente Esperanza Iris nacía en el alma del público de México.”.



En este link vemos cantar a Esperanza Iris un aria de “La Habanera” de una de las dos películas que filmó: “Noches de Gloria” (1938); la otra fue “Mater Nostra” de 1936 a lado de Julián Soler.





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