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Lilia Michel: la Vilma Picapiedra mexicana


El 10 de agosto de 2011 muere en la Ciudad de México, víctima de un infarto fulminante, Lilia Michel. Hace 11 años y un día.


Actriz de la época de nuestro Cine de Oro, conocida como “la chica del suéter”, por su parecido a Lana Turner, actriz sex symbol del Hollywood de finales de los 30s, inmortalizada por el director Mervyn LeRoy en “Ellos no olvidarán” (1937) al hacerla usar un suéter entallado que resaltaba sus pechos, realizando una sensual caminata, que no pasó desapercibida para los aficionados y la reconocieron como “la chica del sweater”, desde ese momento.


Esto se convirtió en un look y estilo propio de la época, que se volvió tendencia por varias sex symbols que le siguieron como Marilyn Monroe, Audrey Hepburn y Liz Taylor y que también fue adoptado por las famosas mexicanas, entre ellas la Michel.

Lilia Larios Fernández, conocida como Lilia Michel nació en Teapa, Tabasco, México el 30 de julio de 1926.


Ganó dos Arieles por coactuación femenina: “Un beso en la noche” (1946) junto a Mapy Cortés y Julián Soler y “Vértigo” (1947) al lado de María Félix.


Estudió en la Escuela de Artes Dramáticas de México, fundada por Seki Sano, (quien trajo la técnica teatral Stanislavski a México) que formó actores de la talla de Ricardo Montalbán, Víctor Junco, Miroslava Stern y María Douglas entre otros. De lo mejor que le ha pasado a la escena teatral y actoral del país.


Hasta los 70s, actúo en más de 25 películas a lado de las grandes luminarias del cine dorado mexicano, haciendo su debut en “Naná” en 1944, último film de Lupe Vélez y dirigida por Gavaldón; ese mismo año conoce a Rafael Baledón, mientras filmaba “Así son ellas” con quien se casa a sus 18 años, pese a qué Lilia era novia de compromiso de Rubén Rojo. Fruto de esa unión nacerían más tarde sus cinco hijos: Rafael (también actor y director), Leonor, Ana Laura, Lourdes y Lilia.


En plena Guerra Mundial (1945) se consolida como estrella a lado de Arturo de Córdova y Gloria Marín en “Crepúsculo” en manos de Julio Bracho, sustituyendo a Carmen Montejo, quien se encontraba enferma. Se dice qué, en esta peli anuló la presencia de Gloria Marín y brilló (que tiene su mérito pese al casi ausente ángel de la Marín). Tanto que un año después es la hija de María Félix en “Vértigo” junto a Emilio Tuero y Emma Roldán. Y finalmente protagoniza en el mismo 46, “No basta ser charro” a lado de Jorge Negrete.


Entre muchas otras películas destacadas a lo largo de su carrera y en su mayoría dirigida por su esposo, encontramos “Había una vez un marido” y “Si, mi vida” (1953) a lado de Baledón y Pedro Infante; La muñeca perversa” (1969) con Marga López y Joaquín Cordero; “La pequeña Señora de Pérez” (1972) junto a Hilda Aguirre y Julio Alemán; “La Inocente” (1972) de madre de la recién finada (21 de julio de 2022) Meche Carreño y “Yo amo, tú amas, nosotros amamos” de madre de Angélica María” en 1975 a lado del galán de 80s, Héctor Bonilla.


En los 70s, Michel se retiró de la gran pantalla para dedicarse de lleno a su familia y a su esposo, con quien formaba la “pareja ejemplar” del momento. Fueron la pareja modelo y la más sólida no sólo para el medio artístico sino para todos los sectores de clase media del país, llegando a tener su propio programa de radio, en el que contaban anécdotas de su matrimonio. Según la AMAI sería C+.


Lilia quería ser la madre y esposa perfecta, ama de casa que cuida el último detalle y que quiere ver crecer a sus hijos sin perderse ningún evento y momento de su vida. Apoyó a su esposo cuando este continuó como actor de telenovelas en 70 y 80s.


Iban invitados como familia con sus hijos, a programas de la época como El estudio Raleigh con Pedro Vargas y el país los admiraba como una familia ejemplar, la típica clase media pujante y ya consolidada en los 60s, y que había emergido desde los 40s y crecido en 50s bajo el régimen de los Adolfo (Ruiz Cortines, pero sobre todo de López Mateos).


Esa clase media que fue target de los primeros publicistas del país desde los 50s y creció en los 70s sobre todo en la radio y en carteles y más tarde en la televisión. Donde la mujer además de bonita y bien arreglada, tenía tiempo de educar bien a los hijos y tenía la comida o la cena lista para la llegada del esposo, y se encargaba del mínimo detalle para que la casa estuviera al 100.


Esa ama de cara, era buena anfitriona al recibir invitados, la envidia de las esposas, y siempre tenía la atención y agrado de los esposos, apoyaba con lealtad a su pareja en su trabajo, y siempre tenía una sonrisa para todos, pasara lo que pasara, todo eso lo cumplía a la perfección Lilia Michel. Y al mero estilo de Vilma Picapiedra, cumplidora, siempre dispuesta, atenta, con iniciativa pero sometida al yugo patriarcal y machista.


Sobre todo, ser fiel hasta la muerte, su matrimonio duró hasta el fallecimiento su esposo Rafael Baledón en 1994. Más adelante, la actriz volvió a casarse, esta vez con Wolf Ruvinskis. Otro alumno de Seki Sano e icono del cine de luchadores de nuestra arena fílmica.


En televisión, participó como actriz de reparto en telenovelas como "Rosalía" (1978), "Aprendiendo a vivir" (1984), "Ave Fénix" (1986), "Lista negra" (1987). Su última aparición fue a lado de Thalía en “María la del barrio” (1995).


En este link vemos a Lilia Michel en la película (completa) “No basta ser charro” junto al charro cantor Jorge Negrete

Aquí vemos una crónica sobre la pareja ideal que formó con Baledón y su arquetipo de la clase media mexicana de la época.





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