Por Juan Incháustegui
La nostalgia vende, y más en la Generación X, esos chicos perdidos entre los Hippies y los Millennials, hijos de Boomers, padres Milénicos y hasta de la Generación Z.
Cuando esa nostalgia se sustenta en un insight tan poderoso y milenario como el mito judeocristiano de David y Goliat o en las antiguas leyendas británicas de Robin Hood y El Rey Arturo que reflejan el ideal detrás del Sueño Americano, el éxito es seguro.
Cobra Kai es el spin off ahora en serie de “Karate Kid” (1984), película icónica ochentera bajo el mito del “underdog”, cuya traducción literal más cercana sería la de “el perro golpeado en una pelea” (y aquí nunca mejor representado) y se refiere al éxito de los improbables vencedores.
Representa al arquetipo del desamparado, el huérfano, el indefenso, el looser, la víctima de bullying y por el que nadie apuesta. Pero que logra alcanzar sus sueños y vencer todos los obstáculos que detienen su vida, aun cuando parece que todo está dispuesto para lo contrario.
Karate Kid representa una historia emblemática del underdog y el sueño americano al estilo de otros films de 70’s y 80´s ya clásicos del género que cumplen by de book el mentado Viaje del Héroe de Campbell.
Estructura y modelo de narración adoptado por Hollywood desde hace algunas décadas, sobre todo por el gran creador de las sagas de Star Wars, George Lucas y Steven Spielberg, uno de los pioneros del llamado Nuevo Hollywood, y que sustentan las historias y producciones más exitosas de hoy, tanto en cine como en series y contenidos streaming.
Bajo este esquema narrativo y con el arquetipo del underdog, también está “Rocky” (1976, también dirigida por John G. Avildsen y ganadora de Oscar); “Fiebre del Sábado por la Noche” (1977); “Flashdance” (1983); “La Historia sin Fin” (1984); “Los Goonies” (1985) y “Top Gun” (1986); por citar ejemplos, también ideales a explotar por el marketing de nostalgia.
Es justo este recurso, la nostalgia, el que la serie emplea de forma magistral para conectar con su audiencia principal, “los perdidos en los 80s”.
Ese sentimiento afectivo primario, próximo a la melancolía, estimulado por la distancia temporal o espacial a algo amado y que implica el deseo de resolver esa distancia. A menudo conlleva el conocimiento reprimido de saber que aquello que se extraña quizás nunca volverá.
Cobra Kai apareció en 2018 en YouTube Premium y pasó en 2020 a Netflix, donde se re-lanzaron sus dos temporadas de 10 capítulos de entre 23 y 37 minutos de duración y se estrenará una tercera temporada en 2021.
Su éxito radica en tres supuestos básicos:
1.- El motivador básico, conflicto o insight que sustenta la historia es universal, representan mitos y arquetipos que conectan emocionalmente, de manera entretenida, divertida e inconsciente con los espectadores y audiencias de distintas generaciones.
2.-Estructura de Narración. Se cumplen las etapas del Viaje del héroe de Campbell, el clásico camino del héroe del cine que vence obstáculos para alcanzar su meta o sueño a través de diferentes anécdotas y peripecias. Tanto en los personajes antiguos como en los nuevos.
3.-Se apela desde el marketing de la nostalgia. Los 80s fueron la última década con personalidad propia, con múltiples referentes que resuenan en la memoria, a los que el paso de los años no ha desdibujado, sino que ha elevado a un status mítico, de culto. (Continuará)
Eso viene en la segunda parte del artículo , aquí mismo aparecerá
Algo curioso que he notado, platicando de la serie con otras personas más o menos contemporáneos, es que ahora Daniel san y Johnny Lawrence han invertido los papeles, antes Johnny era el villano y Daniel el héroe, pero gracias a la serie pudimos ver el otro lado de la historia
Es un buen reflejo de la realidad, la ruptura generacional
Algo muy acertado en la serie, es la dificultad de convivencia entre las generaciones. Es interesante el paternalismo de los protagonistas (Johnny y Daniel) en contraste con la esposa de Daniel (Amanda) y la mamá de Tanner.
No me deja salir