28 de noviembre de 2014 Muere el rey del humorismo blanco Roberto Gómez Bolaños “CHespirito”.
Actor, comediante, dramaturgo, escritor, guionista, compositor musical, director y productor de televisión mexicano. Creador e intérprete de El Chavo del Ocho y El Chapulín Colorado, entre otros personajes.
Su muerte hace 8 años ya, trajo a la memoria colectiva latinoamericana, los personajes que él creara y que se convirtieron en verdaderos íconos de la cultura popular. Su grandeza está en haber sabido crear símbolos y personajes arquetípicos de nuestras realidades latinoamericanas.
Así aparecen, la pobreza, la infancia, el desempleo, la violencia cotidiana normalizada, las familias monoparentales, las fiestas y celebraciones tan relevantes en nuestra cultura, el criminal torpe, la vieja chismosa lo mismo de la colonia Obrera que de algún barrio de San Telmo en Buenos Aires, entre otros tantos.
Vemos, al pequeño burgués que vive de sus rentas (el señor Barriga); el desempleado crónico que se sustenta con trabajos informales esporádicos (don Ramón); el profesor que aspira y exige un status que no tiene en la realidad (el profesor Jirafales); el arribista, trepa, wanabe o “pretender”, sin identidad de clase (Quico y doña Florinda); el niño abandonado o en situación de calle (el Chavo del ocho), o la gandalla y envidiosa niña que navega con bandera de mensa (La Chilindrina) como millones que viven en Latam ; o el delincuente que abunda y es parte del paisaje (con el Chompiras , el Peterete y el Sr. Hurtado); o la vulgar mujer de vecindad, pícara, respondona pero de buen corazón (La Chimoltrufia).
También está, el antihéroe de comic, separado y superado por completo de los legendarios y poderosos superhéroes de la cultura americana al estilo de Superman, Batman o Spiderman, nuestro adorado Chapulín Colorado.
A este súper héroe, por ser latinoamericano le toca ser torpe, flacucho, medio chambón, pero de buen corazón y leal a “los buenos que lo siguen”. Al igual que nuestro continente latinoamericano, es un súper héroe pobre, sin recursos materiales, que no cuenta más que con su ingenio, astucia, incluyendo su picardía, posible herencia del “peladito” de Cantinflas. Aunque Gómez Bolaños y Mario Moreno no trabajaron juntos en el cine ni en la televisión.
Roberto Gómez Bolaños inició su carrera como creativo publicitario. En 1950 empezó a trabajar como guionista en programas de televisión como ‘Limosneros con garrote’, ‘Los desenfrenados’, 'Cómicos y canciones’ y ‘El Estudio de Pedro Vargas’, en donde cada semana Pedro Vargas invitaba a un artista a cantar.
Cuando el programa terminó, Emilio Azcárraga Milmo decidió continuar con la idea, pero esta vez el show se llamó ‘El Estudio de Mario Moreno’. Ahí pudo ser entonces la oportunidad para 'Chespirito' de trabajar junto con 'Cantinflas'; sin embargo, Roberto Gómez Bolaños explicó en una entrevista que Cantinflas rechazó la propuesta:
“Yo hice un guion, ya estábamos listos para entrar, pero yo creo que él no quería trabajar en televisión porque después pidió un sueldo cinco veces mayor del que ya habían arreglado y le dijeron que no y no se hizo”. (El Heraldo de México junio 2022)
En la comedia de Chespirito hay mucho del juego con el lenguaje, el enredo y de la revancha del pobre, del peladito, del ñero, del naco sobre el más pudiente, el poderoso, el rico, el pretencioso, pero también tiene un sello propio y único. Encuentro más influencia de Chespirito sobre Eugenio Derbéz, qué de Cantinflas sobre Gómez Bolaños, aunque Derbéz llegó a lo escatológico y Chespirito se mantuvo blanco.
Es así que, Chespirito nos da ese humor blanco, a partir de la comedia simple de enredo, el juego de palabras, incluído el absurdo y el pastelazo, y nos entretuvo durante décadas e incluso aún a fechas más o menos recientes.
Cabe mencionar que por ahora está suspendida la emisión de sus programas en todo el mundo, por una disputa entre la cadena Televisa, dueña de los derechos del programa; y la familia de Gómez Bolaños, quien es propietaria de los derechos de explotación comercial de los personajes, salvo las versiones animadas de El Chavo y el Chapulín que son propiedad de la familia.
La Generación X crecimos con sus personajes, los Millennians y Gen Zs, los adoptaron en las repeticiones en la TV abierta o de paga e incluso en su versión animada a partir de sus padres, tíos o hermanos mayores.
Aún hoy, las frases de sus personajes siguen siendo referente y usadas en distintos contextos y pláticas en lo cotidiano. Y es así como se mantiene vivo un imaginario de la cultura popular, por medio del uso de su habla, la imitación de sus personajes, sus frases, su vestuario para una fiesta de disfraces o como tema para un cumpleaños, portar una camiseta con algunos de sus símbolos e iconos característicos entro otras tantas manifestaciones, usos y costumbres.
Una de las atracciones turísticas más innovadoras de este año es 'La Vecindad de El Chavo dPōrt', una experiencia inmersiva que podrás vivir en realidad virtual en donde podrás visitar la vecindad de El Chavo y todos los demás personajes que vivían a sus alrededores.
Para visitar la vecindad más famosa de Latinoamérica deberás acudir al Pepsi Center WTC (Planta alta) en la Ciudad de México con horarios de 12:00 a 20:00 horas de martes a domingo. Cada inmersión dura una hora y hay que llegar con 15 minutos de anticipación.
A quién no se le “chispoteó” alguna mala palabra de repente o comete un error sin “querer queriendo”, o “como dice una cosa dice otra”, o creemos tener “cada movimiento fríamente calculado” cuando todo nos sale bien, o decir “es que no me tienes paciencia” cuando nuestros amigos se alteran.
“Es común decir “acúsalo con tu papá” a alguien que lo merece; o ya en los 50s por la edad, “nos da la chirpiorca”. Decimos “eso eso” y guillamos con el dedo para darle la razón a alguien; ofendemos o vemos parecidos a quienes nos recuerdan a “la vieja chancluda”,“la bruja del 71”, o al “barril sin fondo”.
En tanto estos personajes, sus anécdotas principales o sus frases características sigan en nuestros recuerdos, y en nuestra nostalgia seguirá vivo el “Supercomediante” CHespirito.
P.D.
A propósito del reciente fallecido Héctor Bonilla, fue un actor como uno de los tantos, ya famosos en esa época y de la actualidad, (los que viven) que visitaron la vecindad del Chavo. Su aparición fue parte de un especial en el que invitaron a otros artistas como Angélica María, Abraham Stavans y Rogelio Guerra.
El primer actor formó parte de la primera temporada, en específico dentro del episodio nueve, mismo que se transmitió en 1979.
En este capítulo en el que aparece Héctor Bonilla cuando era joven, el actor visita la vecindad para pedir auxilio pues su carro tuvo una avería, por lo que acude con el Chavo para pedirle un gato hidraúlico. Al no tenerlo, recurre a Don Ramón quien se sorprende al ver al primer actor en la vecindad.
En este link, grabado vilmente de la tele se ve parte de este capítulo.
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