top of page
Foto del escritorjuaninchausteguic

Triangle of Sadness

Entre clase de equidad de género y las nuevas masculinidades (un tanto fallida) muy a colación este 8 de marzo del Día Internacional de la Mujer; la ironización de la industria del Fashion & Beauty y su hipócrita marketing progressive e inclusivo y la venganza de los pobres, en esta dispareja repartición de la riqueza, los privilegios y el poder, de nuestro mundo post capitalista de hiper liberalismo.


Muy en la tendencia de los contenidos actuales y en controversia, al estilo de The White Louts, You, Mine, Squid Game, The Parasites y Don't Look Up, sobre las brutales diferencias y deficiencias del capitalismo salvaje o neolieberalismo fuera de control: de los ricos poderosos y privilegiados sobre los pobres desfavorecidos y degradados, en un Sistema que no da tregua ni oportunidad a la movilidad social.


El Triángulo de la Tristeza son las arrugas que se forman en el entrecejo, la tristeza humana se manifiesta en la cara y el truco para reconocerla correctamente está en el comportamiento de las cejas. Lo más habitual es que, al subir hacia el interior, la activación del músculo frontal forme unas arrugas horizontales en el centro de la frente. Si planchas el entrecejo con botox la tristeza te sale por otro lado, a pesar de ello, jóvenes, no tan jóvenes y rucos nos botoxeamos.


Seguramente su director y guionista, el sueco Ruben Östlund usó esta metáfora y la aclara muy al principio de ésta película coproducción Suecia-Francia-Reino Unido-Alemania, donde hasta la BBC está metida. Su historia se cuenta en sátira o comedia salvaje, con momentos risibles bien logrados, (no todos) muchos caen en lo escato a huevo, que más que obviarse, pudieron ser mejor logrados.


Sin embargo, se trata de una película que se arriesga, que busca salir del lugar común, aborda un tema crucial y en boga en estos momentos del mundo, pero en su intento se pierde un poco, se acerca al panfleto, y de repente parece dossier de ONU Mujeres o de youtuber feminista millennian o Gen Z y más que a lo sórdido o soez, está más próxima al mal gusto.



Le falta sátira (tiene ironía, pero le faltó ingenio) y le sobra melodrama o intento de pieza, y para comedia tiene demasiados recursos de farsa y es cercana al esperpento.


Advierto que hoy seré más que spoitler. La película se divide en 3 actos o partes: 1) Carl y Yaya (los protas) 2) el Crucero y 3) la Isla.


Con un breve y abrupto prólogo donde se balconea a los modelos masculinos de la industria del fashion y se ironiza, provocando ciertas sonrisas en el público, entre las marcas baratas como HM y las Premium como Balenciaga. Para las primeras los modelos pueden sonreír, para las segundas, lo tienen prohibido deben poner cara de estar oliendo shit.



Está muy en comedia fina ver como en el copy de la marca de moda que presenta el desfile donde modela la protagonista, Yaya (Charlbi Dean, recién fallecida en agosto pasado) ironiza al decir que todos somos iguales, y minutos antes quitan a unas personas de sus asientos de la primera fila para poner a otras (seguramente más importantes) y en el típico “córranse un lugar” dejan sin lugar al novio de la top model, Carl (Harris Dickinson) y lo mandan a la última fila.


Es slogan de la marca “El cinismo disfrazado de optimismo” te deja pensando un rato, y nos recuerda nuestras fotos en Face Book o Instragram todos siempre felices y con cara de Balenciaga, (me incluyo).


Todo el acto 1 es una fallida clase de equidad de género y nuevas masculinidades, Carl pretende salirse de los estereotipos de género con Yaya, haciendo que sea ella quien pague la cuenta del restaurante donde cenan previo a tomar el crucero, verbaliza que se siente usado por ella y su ego se tambalea por el simple hecho de qué Yaya gana más que él.

Se supone que antes de esa cena, Yaya había prometido ser quien pagaría, y se hace pendeja cuando llevan la cuenta. ¿en realidad los roles de género le vienen guango y lo normal es que él pague?


En el taxi rumbo al hotel discuten al respecto y el taxista dice a Carl que tiene que pelear para no ser esclavo en su relación (el sistema es reacio a las nuevas masculinidades). Por su parte Yaya le hace ver qué si dejara el modelaje para embarazarse, no se ve trabajando en un Burger de mesera sino bien casada con un magnate, reconociendo que su talento radica en su belleza y en ser objeto del deseo.



En el acto 2) El crucero, la comedia se pierde y vemos algunos tintes de sátira, con predominio de lo escatológico y el mal gusto. Es un desfile de millonarios, aparte de excéntricos y locos, feos.


Yaya y Carl se ganan su boleto al Yate como influencers famosos, los típicos que viajan, comen y beben gratis por subir fotos de la marca patrocinadora en su Instragram. Y hacen buen reflejo de la realidad, Yaya sube fotos comiendo espagueti (que nunca come) ya que es intolerante al gluten.




La presentación de la tripulación como lame huevos de los pasajeros millonarios, pidan lo que pidan, a cambio de recibir una muy buena propina al grito unísono de ¡money, money money¡





Ubicamos algunos de los pasajeros millonarios: los rusos que venden mierda y que son los nuevos dueños del barco (su fortuna la hicieron comercializando fertilizantes), el solitario millonario que trabaja para grandes marcas de tecnología y que a la menor provocación quiere regalarle unos Rólex a sus nuevos ligues. Los apacibles viejitos que se hicieron ricos fabricando granadas explosivas y que se quejan de las nuevas legislaciones que mermaron sus ganancias, entre otros.


Este tramo de la peli más que la equidad de género, aborda el conflicto de las clases sociales, el abuso del rico sobre el servil y resignado pobre. Un Carl celoso, nada feminista, se queja ante la jefa de tripulación porque un empleado en cubierta se descamisa cuando él y Yaya toman sol. Horas después el empleado es despedido, y a Carl se le ve preocupado cuando se da cuenta, pero no hace nada al respecto.


La millonaria rusa y loca, se encapricha en que todos los miembros de la tripulación vayan a nadar y se tiren del tobogán. Otra mujer madura rica se queja varias veces de que las velas del barco están sucias y se trata de una nave con motor, que no usa velas. El capitán para complacerla le dice que las mandarán a lavar.


El Capitán del barco que se la pasa alcoholizado en su camarote sin pelar a los pasajeros ni a la tripulación, jura ser la antítesis de todos los pretenciosos millonarios del crucero, y en su cena de gala, pide hamburguesas y papas fritas en vez de caviar y más tarde mientras el barco casi se hunde por el mal tiempo, recita frases anti capitalistas con el millonario ruso que recita frases anti comunistas.





Esa noche del naufragio, (más por un ataque terrorista que por el mal tiempo) es un himno a la escatología barata que o amas u odias según tu edad supongo, pero debo confesar qué si me reí varias veces de las guacareadas masivas de los millonarios, y los baños vueltos fuentes de agua de mierda (literal) y soy soez y grafico como lo es la peli en este tramo. De hecho, me recordó la escena del baño de Gloria Trevi en “Zapatos Viejos” (1993) donde la mierda flota literalmente.


Antes de que el barco naufrague, las empleadas de la limpieza limpian y lavan el vómito y mugre en chinga para el día siguiente, incluida Abigail (Dolly de Leon) que cobra su venganza de clase cuando viene el tercer acto o parte de la peli.



3) la isla representa la revancha de los pobres, Abigail, la señora de la limpieza del barco es ahora la capitana del grupo en la isla “desierta” que resulta ser sede de un Resort de lujo con elevador al mar. Me recordó el capítulo de la Familia Peluche cuando naufragan según ellos y están en un All Inclusive en el Caribe.


Esta sobrevivencia momentánea del grupo pone de vuelta al matriarcado primitivo, (Abigail es la única que sabe pescar y cocinar la comida). Aprovecha su ventaja en esta coyuntura y no vacila en tomar como su “perra” al pobre Carl quien para sobrevivir junto con Yaya están dispuestos a todo.


En la isla volvemos a ver el tono comedia, aunque más llegando a melodrama y hasta tragicomedia, pobres y ricos logran organizarse para sobrevivir y viven momentos más o menos felices.


El final abierto, no está mal, no es fácil cerrar este conflicto de pobres y ricos, pero hubiera sido mejor cerrar confrontando y volviendo a la realidad, y ver cómo se hubieran acomodado las mentes de los ricos y de los pobres después de esta experiencia.





Triangle of Sadness además de mejor película está nominada a Mejor director y guion original al Oscar. En Golden Globles fue nominada a mejor actriz de reparto (Dolly de Leon), y mejor película en comedia o musical. En Critics Choice Awards solo fue nominada a mejor película de comedia.


En los BAFTA fue nominada a mejor actriz de reparto, mejor guio original y mejor casting y en los SAGs no obtuvo nominación alguna.


Es oportuna su nominación a mejor peli pero dudo mucho que lo gane. Es novedosa, con cierta originalidad, atrevida y con promesa al espectador desconcertante y controversial, se me antoja más de millenninans o Gen Z, menores de 35 años opinen. Por cierto, desde esta semana podemos ver esta película en Prime Video.


VISITA NUESTRO SITIO WEB Y SIGUENOS EN REDES


71 visualizaciones0 comentarios

Entradas Recientes

Ver todo

Comentarios


bottom of page